¿Cuándo abres la puerta de casa te sientes agobiada por el desorden y por todo lo que tienes pendiente de hacer?
A mi me pasaba religiosamente cada día. Al agobio se le sumaban el cansacio y en ocasiones pensamientos del estilo: «no puedo más», «que me toque la lotería», «necesito un mayordomo» y
«si esto es vivir bien, que paren el mundo que yo me apeo»
Mi parte más optimista intentaba equilibrar la balanza y pensaba: «Cuando las niñas sean mayores tendré más tiempo. Y para cuando me jubile tendré la casa perfecta y me apuntaré a yoga, clases de baile y me uniré a un club de lectura. Pasearé cada día a orillas del mar reflexionando sobre la vida y recogiendo conchas. Y cuando vuelva a casa entraré feliz».
Pero olvidaba una cosa muy importante: «LA VIDA ES AHORA»
Lo cierto es que no estaba dispuesta a esperar tantos años para sentirme plena. Era consciente de que el día estaba limitado a sus 24 horas. Y que trabajando y con hijas solo disponía de unas horas «libres» para manejar. Pero debía hacer algo.
Así que hace 6 años inicié unos cambios en mi vida, que si bien no me han llevado a poder recoger conchas en la playa cada día, me han devuelto bastante paz y una gran sonrisa al cruzar la puerta de casa. Y los días de sentirme agobiada o superada son muy pocos.
¿Qué ha cambiado en mi vida?
No, no me ha tocado la lotería. He cambiado yo. Y mucho. Tal vez parezca muy obvio o de manual de crecimiento personal, pero a veces nos enredamos en lo complejo y olvidamos desde donde podemos cambiar las cosas. Sigo teniendo muchas ocupaciones, trabajo a jornada completa, tengo dos niñas, y mi día a día, al igual que muchos otros padres y madres trabajadores, está repleto y requetecompleto de tareas.
Que haya conseguido abrir la puerta de casa sin sentir el peso de todo lo pendiente por hacer ha sido la suma de varios cambios: pequeños y grandes. Hablar de todos requeriría de un libro entero. Por ello en este post indicaré CUATRO IDEAS que son clave para recuperar la sensación de control en la vida. Y digo «sensación» porque con la vida tan llena de tareas lo más normal es que se «descontrole» algo al mínimo cambio.
Aquí van las ideas, espero os sirvan de inspiración o incluso de guía:
Tener claras las prioridades, y que estas sean flexibles.
Liberar tiempo, vaciar tareas.
Mantener el orden en casa
Delegar tareas, comprar aparatos o robots.
Prioridades claras y flexibles
Cuando nació mi hija tenía claro que prefería atenderla día y noche antes que poner una lavadora o limpiar la casa. Mi prioridad estaba clara: primero el bebé, segundo la casa. Pero llegaba un punto que también necesitábamos ropa limpia y la casa pedía a gritos la visita de «mister proper». Entonces era cuando ya por necesidad lo hacía, aunque el orden de mis prioridades no había cambiado.
En cada etapa de la vida hay que tener las prioridades claras. Y también hay que ser flexible con ellas, hay que atender prioridades que están muy abajo, pero que son necesarias.
Como el día seguirá teniendo 24 horas pesé a nuestro agobio, hay que priorizar. Y entender que a lo largo de nuestra vida las prioridades cambiarán. Y nuestro tiempo libre también. No es lo mismo vivir solo, en pareja, con bebes, con niños pequeños, con adolescentes, con abuelos… La vida cambia, las prioridades también.
Libera espacio
Esta es la más difícil pero la que más me gusta. Nuestro día está lleno de tareas que en el fondo ni deseamos hacer ni nos benefician en nada. Y no me refiero a tareas del hogar, sino a horas perdidas en actividades de supuesto ocio. Hay que revisar que actividades o tareas podemos quitarnos y recuperar horas de nuestra vida.
Un ejemplos: Dejar de ver televisión. Esto en si tiene múltiples beneficios, pero para el asunto de este post, que es recuperar tiempo es muy evidente. Si ves la tele una hora al día, pues fácil: recuperas una hora al día. Ya se que estás pensando que es tu momento de relax, de desconexión del día, es tu edulcorante de la noche, no tienes que hacer nada ni pensar, solo ver. Sinceramente, dudo que en televisión encuentres realmente ocio del bueno, que hablen de cosas que te generan curiosidad, de las que deseas aprender más. Sinceramente creo que la televisión te aleja de tus sueños.
Casa ordenada
Menos cosas, menos muebles, espacios más despejados, ordenado por categorías, cajones y armarios al 80% de su capacidad y aplicando el método «loveotodo» del que hablo en la «Mini-guía para ordenar tu casa definitivamente»
En el proceso de eliminación vacié mucho: ropa, juguetes, aparatos, muebles, sillas, objetos inútiles… ¡¡¡De todo!!! El resultado fue: un piso más amplio, más fácil de ordenar y limpiar, control sobre lo que tengo y consciencia a la hora de comprar, siempre con lista y/o meditado, evitando las compras por impulso o para tapar aspectos emocionales.
Al haber «optimizado» mi casa, hago lo mismo en menos tiempo. Conocer el tiempo aproximado de cada tarea me permite planear mi día mucho mejor. Y al salir de casa lo dejo casi todo ordenado, para cuando vuelva a la tarde me guste lo que veo al abrir la puerta. Esto me invita a entrar y no sentirme tan agobiada. A diferencia de meses atrás donde salía de casa que parecía que hubiera estallado una bomba.
Delega tareas
Liberar tiempo para dedicarte a lo importante. Un ejemplo sería la lavadora. Si lavamos la ropa a mano tardamos unas 10 veces más que haciéndolo a máquina. Al comprar la lavadora delegamos una parte de la odiosa colada y eso nos libera tiempo. Hay otras máquinas y ejemplos que nos pueden liberar tiempo, aunque en cada caso deberíamos justificar su coste, mantenimiento y uso para ver si realmente son un beneficio para nuestro caso particular. Sería el caso de un lavavajillas, secadora, robot aspirador, robot de cocina…
Deseo que los tips os sirvan de ayuda o inspiración.
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Susana Sabater
Orden y Minimalismo
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Susana